No hace falta soplar para que la DGT sepa si has bebido. Y nada tiene que ver con nuevos aparatos, multas o tasas de alcoholemia
El alcohol al volante se ha convertido en uno de los grandes temas de conversación de los últimos tiempos en lo que a movilidad se refiere en España. Desde que la DGT anunciara que quiere cambiar las tasas máximas permitidas al volante, Internet y las redes sociales se han llenado de artículos con supuestos cambios al respecto.
La realidad: todo sigue igual.
Una intención. De momento, eso es lo único que tenemos. La tasa máxima de alcohol permitida al volante sigue siendo la misma de siempre pese a que la DGT y el Ministerio del Interior se han mostrado favorables a una reducción de dichas tasas hasta hacer impracticable el consumo de una cerveza si vamos a ponernos al volante.
Con los cambios, la DGT quiere castigar duramente el consumo de alcohol si se conduce. En sus propias palabras, no puede hacerlo con una tasa 0,0 porque puede generar algunos conflictos judiciales en casos muy raros pero en la práctica no se podrá beber.
¿Qué es lo que ahora mismo se aplica? Lo que actualmente se aplica es, en líneas generales, una tasa máxima de alcohol de 0,5 gr/l de alcohol en aire espirado o 0,25 mg/l de alcohol en sangre. Superar estos márgenes nos puede suponer una multa de hasta 1.000 euros si somos reincidentes y nos restará seis puntos en el carné de conducir.
¿Qué se quiere aprobar? La intención es rebajar el límite máximo permitido a 0,20 gr/l de alcohol en sangre. Según los datos aportados por la propia DGT, un conductor apenas podría tomarse una caña antes de ponerse al volante. De media, una mujer tendría imposible compaginar el volante y la toma de alcohol por pequeña que sea.
¿Hay algún cambio? No, ninguno. Y tampoco hay una fecha clara de cuándo se aprobará esta medida o, si quiera, si se aprobará. De momento hablamos de intenciones que necesitan pasar el visto bueno del Congreso de los Diputados ya que obliga a cambiar el Reglamento General de Circulación y la Ley Sobre Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial.
Fuente: DGT
¿Tampoco en los etilómetros? No, tampoco. En los últimos días, se han popularizado las informaciones que hablan de nuevos aparatos capaz de detectar un positivo sin soplar. A estos aparatos los han llamado alcoholímetros de proximidad y, según lo reflejado en algunas publicaciones, no necesitan que el conductor sople.
Estos supuestos nuevos etilómetros son utilizados por la Guardia Civil para agilizar el tráfico en los controles. Aseguran que con solo acercarlo a la boca se puede comprobar si un conductor a bebido o no. En caso de resultar positivo, el conductor se tiene que someter a los análisis de sangre para confirmar la sanción.
¿Es cierto? Como casi siempre, sí y no. Efectivamente, esta forma de proceder existe pero desde la DGT dejan claro que nada ha cambiado. Se está trabajando como se venía haciendo hasta ahora con los mismos alcoholímetros de siempre. Es decir, tendremos que soplar si llegamos a un control de alcoholemia.
Según nos aseguran desde Tráfico, estos alcoholímetros tienen una función de proximidad que se aplica en casos muy concretos, como una enfermedad respiratoria del conductor. Solo en un supuesto de este tipo se activa y, posteriormente, se certifica con el análisis de sangre si se produce un positivo.
En Xataka también nos hemos puesto en contacto con la Guardia Civil para que nos confirmen si algo ha cambiado en su forma de actuar pero en el momento de escribir estas líneas no hemos obtenido respuesta.
Foto | DGT
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La noticia
No hace falta soplar para que la DGT sepa si has bebido. Y nada tiene que ver con nuevos aparatos, multas o tasas de alcoholemia
fue publicada originalmente en
Xataka
por
Alberto de la Torre
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