Los chinos están acudiendo en masa a Japón, y no solo por turismo. Muchos de ellos llegan para no regresar

Los chinos están acudiendo en masa a Japón, y no solo por turismo. Muchos de ellos llegan para no regresar

Japón está viviendo un boom de llegadas “extranjeras” como nunca se recuerda. Eso, como hemos explicado anteriormente, no siempre es fácil, sobre todo a la hora de lidiar entre turismo y la vida de los locales. Este año, además, es especial. Estamos en Año Nuevo Lunar, y el volumen de viajeros se ha disparado resaltando una bandera por encima de otras: China. Lo curioso es que muchos de estos visitantes no están regresando a la nación.

Japón: destino principal. Contaba Nikkei hace unos días que las agencias de viajes de China lo constataban: Japón se ha consolidado como el destino internacional más popular para los turistas chinos durante el reciente período vacacional de ocho días, registrando el doble de reservas en comparación con el año anterior. Esta preferencia creciente responde a múltiples factores, entre ellos, la proximidad geográfica, el atractivo cultural y la relajación de las restricciones de visado implementada por el gobierno japonés en 2024.

El impacto de esta apertura en el sector turístico nipón es significativo, con un aumento en la llegada de visitantes chinos que, de mantenerse la tendencia, podría generar un crecimiento sustancial en la economía del sector. En la otra acera, la decisión de facilitar la obtención de visados ha sido objeto de controversia dentro del Partido Liberal Democrático (PLD), donde algunos sectores conservadores consideran que la medida fue apresurada en un contexto de tensiones geopolíticas entre ambos países.

De qué va el nuevo enfoque para el turismo. Japón anunció hace unas semanas la implementación de un nuevo visado de múltiples entradas con una duración de 10 años, dirigido a ciudadanos chinos con altos ingresos y patrimonio significativo. Esta medida forma parte de un conjunto de reformas diseñadas para atraer turistas adinerados y estimular el consumo en la nación, en un contexto de baja demanda interna y envejecimiento poblacional.

Además del visado extendido, se duplicará a 30 días el tiempo máximo de estadía para turistas chinos que viajen en grupo, con el objetivo de fomentar visitas a destinos rurales y no solo a las grandes ciudades. Otras flexibilizaciones incluyen la eliminación del requisito de prueba de empleo para viajeros mayores de 65 años y la abolición de la regla que obligaba a utilizar un visado turístico de tres años dentro de los primeros tres meses tras su emisión. Medidas todas que buscan consolidar a Japón como el destino predilecto de los turistas chinos, quienes representaron la mayor proporción de los 33 millones de visitantes extranjeros que el país recibió el año pasado.

Vivir en Japón. Pero como decíamos al inicio, las llegadas de visitantes chinos a Japón no son solo temporales. Más allá del turismo, un aspecto clave del creciente vínculo entre China y Japón es el aumento en la cantidad de ciudadanos chinos que buscan residencia permanente en el archipiélago. Un informe reciente de Nikkei destacaba que, en un momento de incertidumbre sobre el futuro económico de China, un número creciente de chinos está optando por establecerse en Japón.

Este fenómeno plantea interrogantes sobre sus expectativas en un país donde la economía ha estado marcada por décadas de deflación y estancamiento salarial. El atractivo de Japón como destino migratorio para los chinos no solo radica en factores económicos, sino también en la percepción de estabilidad y calidad de vida. Con todo, este flujo migratorio también apunta a desafíos tanto para los residentes chinos como para la sociedad japonesa, que históricamente ha mantenido una política migratoria restrictiva.

El arte como puerta de entrada. Un fenómeno particularmente llamativo es la creciente cantidad de jóvenes chinos que ven en las universidades de arte japonesas un camino viable para obtener la residencia permanente. La reciente reforma migratoria ha facilitado el acceso a este estatus para graduados de dichas instituciones, incentivando un flujo de estudiantes que buscan un futuro en Japón tras finalizar sus estudios.

Así todo, la admisión en estas universidades sigue siendo un proceso altamente competitivo, incluso para los propios estudiantes japoneses. Conseguir una plaza en estos centros de educación superior no solo requiere excelencia académica, sino también habilidades artísticas avanzadas, lo que hace que esta vía migratoria sea accesible solo para una minoría selecta.

Osaka y China. Es posiblemente el mejor ejemplo de este éxodo. En la última década, la comunidad china en Osaka ha experimentado un crecimiento sin precedentes, duplicando su tamaño y alcanzando aproximadamente 50.000 residentes en 2024, según datos municipales. Actualmente, los chinos representan la segunda mayor comunidad extranjera en la ciudad, solo por detrás de los coreanos. Este aumento está impulsado por esa nueva ola migratoria de personas adineradas que han adquirido viviendas en la región desde la pandemia.

Barrios como Nishinari y Naniwa han visto un rápido crecimiento de comunidades predominantemente chinas, con algunas zonas donde hasta el 90% de los residentes son de origen chino. En estas áreas, es común encontrar escuelas dirigidas a la diáspora china, viviendas de tres pisos con decoración tradicional y la presencia de negocios que atienden a la creciente comunidad. La conectividad con el Aeropuerto Internacional de Kansai, que permite llegar a Shanghái en solo dos horas, ha sido otro factor clave para esta elección residencial.

El residente chino. Un estudio realizado por el profesor Toshio Mizuuchi (Universidad Metropolitana de Osaka) y el profesor asociado Lu Lijun (Universidad Prefectural de Fukuoka) entre 2022 y 2023 analizó 172 hogares chinos en Osaka. Los resultados revelaron tendencias clave sobre esta comunidad.

En esencia, los datos reflejaban que, a diferencia de generaciones anteriores de migrantes chinos en Japón, esta nueva ola no sigue el patrón tradicional de estudiantes internacionales que ingresan al mercado laboral japonés antes de asentarse. En cambio, desde la pandemia, familias acomodadas han comenzado a mudarse directamente desde China sin necesidad de hablar japonés.

Así las cosas, el incremento del turismo y la migración china en Japón parecen reflejar cambios estructurales en la relación entre ambos países, cambios marcados tanto por oportunidades económicas como por los propios desafíos políticos y sociales. Mientras Japón busca capitalizar el auge del turismo chino, la migración a largo plazo podría redefinir dinámicas laborales y culturales dentro de la sociedad nipona.

Imagen | Pedro Szekely

En Xataka | China lleva 130 años reclamando como suyas unas islas de Japón. Así que ha tomado una decisión: rodearlas con boyas

En Xataka | A 4.500 metros de altura hay un hongo “sexual” por el que la gente muere. En China pagan fortunas por el afrodisíaco


La noticia

Los chinos están acudiendo en masa a Japón, y no solo por turismo. Muchos de ellos llegan para no regresar

fue publicada originalmente en

Xataka

por
Miguel Jorge

.

– ¡Hola! Soy Nicolás Jiménez Silva, un apasionado por el mundo digital, el cine, el streaming, la tecnología y la ciencia. En este blog, exploro mis intereses, comparto mis opiniones y descubrimientos, y me sumerjo en las últimas tendencias. ¡Espero que disfrutes de la lectura!

Publicar comentario

Puede que te hayas perdido