Acaba de estrenarse en Prime Video una de las películas nominadas a los Oscars 2025 que estaban pendientes de verse en España. Y también una de las más especiales
La distribución de las películas se está volviendo una cuestión tan acuciante como su producción, volviéndose parte de la conversación e incluso de la valoración de las propias obras. El streaming complica las cosas tanto como las facilita, al permitir una difusión instantánea y global para “democratizar” la conversación, aunque también mete a determinadas propuestas inusuales en un océano de contenido donde quedar sepultados y hasta potencialmente ignorados.
Se puede discutir también si esta accesibilidad extrema en nuestras casas es justo lo que necesitan determinadas películas para llegar como deben al espectador. Aunque la experiencia del cine no es necesariamente impoluta, sí permite un nuevo nivel de apreciación para películas como ‘Nickel Boys’ que igual el streaming no va a facilitar.
Chicos desarraigados
El lado negativo es que sólo vamos a poder experimentarla aquí en streaming a través de Amazon Prime Video, donde realiza su esperado estreno. El lado positivo es que tenemos al menos una vía para poder ver una de las últimas nominadas al Oscar a mejor película de este año que quedaban pendientes. Un radical ejercicio de perspectiva de RaMell Ross que no merece pasar desapercibido.
Basada en una aclamada novela de Colson Whitehead, que desarrolla la acción en la Florida de los sesenta, seguimos aquí al joven Elwood Curtis, que es criado por su abuela durante la era de los movimientos civiles. Por una equivocación, el chico es llevado al reformatorio conocido como la Academia Nickel, donde jóvenes afroamericanos son segregados con el objetivo de adoctrinarlos. Allí conoce a Turner, un compañero internado con el que desarrolla una gran amistad que hace más tolerable una experiencia que alterna el trabajo forzado con la tortura.
La gran característica de ‘Nickel Boys’ se ha vuelto casi el único reclamo conocido por muchos: su marcadísima perspectiva en primera persona donde la cámara se convierte en los ojos de Eldwood, y luego de Turner. Un ejercicio narrativo arriesgado al que se compromete hasta las últimas consecuencias, pero que consigue respetar sin que traicione la historia gracias a cómo la diseña. Formado en el documental y la fotografía, además de académico del arte fílmico, RaMell Ross decidió elaborar la película primero desde las imágenes y su montaje, dejando que la historia fuese ejerciendo de elemento conector después.
‘Nickel Boys’: Una intimidad especial
Es un procedimiento realmente nada convencional, y alguno podría considerar que contraintuitivo para lograr la cercanía y la intimidad con los personajes que claramente pretende. Pero Ross encuentra una perfecta sintonía con su director de fotografía Jomo Fray para sostener un radical ejercicio de empatía fílmica, colocándonos en la mirada de unos personajes con experiencias casi totalmente opuestas a las nuestras. Parte lenguaje de videojuego convertido en narración cinematográfica para hacer más inmersivo un viaje que incluye racismo, radicalización (incluyendo componente de clase socioeconómica) y rabioso humanismo.
La forma no se impone al fondo, sino que se retroalimentan para ser un único discurso de igual modo que las miradas de sus dos protagonistas van uniéndose en determinados momentos. El director logra hacer hermosa la intimidad entre los personajes por cómo emplea la cámara, de igual modo que hace auténtico el dolor y el trauma sin necesidad de hacerlo explícito y evitando caer en dramatismos convencionales que uno esperaría de una película como esta.
Es un riesgo muy marcado, pero que aterriza lo suficiente para convertirse en una de las cintas más aclamadas del último año. Quizá menos revolucionaria de lo vendido, pero sí remarcable por su honestidad emocional, que nunca deja de estar presente al lado de sus artificios. Aunque pueda sonar reduccionista hablar de ‘Moonlight’ junto a ella, ‘Nickel Boys’ consigue algo que pocas cintas aparte de la de Barry Jenkins logran: explorar lo concreto de una experiencia desde dentro hacia fuera, volviéndola mucho más cercana.
Probablemente esta rasque mucho menos en los Oscars de este año que aquella película en su momento. Y muy probablemente quede sepultada en la inmensidad de un catálogo de streaming que será la única vía legal para verla. Aun así, es una película especial que debe ser considerada.
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Acaba de estrenarse en Prime Video una de las películas nominadas a los Oscars 2025 que estaban pendientes de verse en España. Y también una de las más especiales
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Pedro Gallego
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