Tarifa tiene más de 40.000 toneladas de algas y no sabe qué hacer con ellas. Así que va a intentar monetizarlas
Desesperado y sin saber muy bien qué hacer, el Ayuntamiento de Tarifa empezó a trasladar las algas asiáticas (Rugulopterix okamurae) que estaban invadiendo sus playas en un vertedero cerca de la depuradora del municipio. Era 2019. Desde entonces, se han acumulado 40.000 toneladas y, como ellos mismos reconocían en octubre, «ya no saben qué hacer».
El vertedero empieza a quedarse pequeño y el coste de tratar todo ese enorme cerro de algas supera los cinco millones de euros. Algo que el consistorio gaditano no puede permitirse. Por eso, desde hace meses, piden que alguna administración les ayude a salir de ese callejón sin salida.
Sin mucho éxito, la verdad.
¿Pero qué hacen tantas algas allí? ¿es algo normal? Depende de lo que entendamos por normal: la Rugulopterix okamurae es una planta invasora y, por lo tanto, no es un problema tradicional. Sin embargo, en los últimos años, su impacto no ha dejado de crecer.
Eso es un problema ecológico (reducen la biodiversidad de cada lugar al que llegan), económico (impide la pesca) y estético (produce daños al turismo). Pero también es un problema de gestión de residuos. Porque, cuando se amontonan en la playa, se convierten en residuos urbanos.
Y se acumulan de forma salvaje. Por poner cifras, «solo en Ceuta se recogen 15.000 toneladas al año. En Tarifa 5.000, en Algeciras 1.200 y en La Línea de la Concepción, unas 800», decía Antonio Vegara Jiménez en Newtral.
Ahora han tenido una idea. Y es que, cansado de que se pasen la bola de unos a otros, el Ayuntamiento ha aprobado la instalación de un biorreactor experimental de una empresa valenciana (Poplac Development) con la idea de testar si es viable convertir esa montaña de residuos en una montaña de dinero.
¿De dinero? Bueno, si queremos ser precisos, sería en una «montaña» de biogás, electricidad y fertilizantes. Pero sí, en términos generales, se trata de probar si la «colaboración publico-privada» puede darle una salida a todo ese material biológico que se acumula cerca del estrecho.
Según explican en El Economista, la instalación que prepara Poplac Development podría generar un cuarto de megavatio por cada 15.000 toneladas. Y, además, producir fertilizantes de uso agrícola.
¿Y funcionará? Pues esa es la gran duda. Por lo que sabemos, ya hay proyectos como este en México y parece que los resultados son buenos. Pero el sector es muy incipiente y la regulación es muy distinta en Europa.
No obstante, sí hay algo claro: algo hay que hacer. Las especies invasoras están a la orden del día y si no buscamos soluciones, vamos a tener muchos más problemas que un vertedero con 40.000 toneladas de algas pudriéndose.
Imagen | Geoff Dude
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Tarifa tiene más de 40.000 toneladas de algas y no sabe qué hacer con ellas. Así que va a intentar monetizarlas
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Javier Jiménez
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