La verdadera joya de la corona en Apple no son sus productos, sino su credibilidad. Y acaban de torpedearla

La verdadera joya de la corona en Apple no son sus productos, sino su credibilidad. Y acaban de torpedearla

En el verano de 2008 Apple hizo un gran lanzamiento, uno colosal y uno que fue uno de los mayores desastres de su historia. Probablemente recordéis los dos primeros (el iPhone 3G y, sobre todo, la App Store), pero quizás no cuál fue aquel desastre. Es normal: lograron que casi nos olvidáramos de aquello.

Aquel desastre fue MobileMe, la plataforma de correo electrónico que pretendía competir con Exchange o con los sistemas de las Blackberry. Sin embargo su funcionamiento fue un absoluto desastre, con caídas del servicio y cargos inesperados a las tarjetas de crédito de los usuarios. Tan terrible fue aquello que David Pogue, un conocido redactor de The New York Times, le cambió el nombre a MobileMess (jugando con «mess», «lío» en inglés»).

Dos años después MobileMe estaba kaput. Fue algo después cuando supimos cómo aquel desastre se gestionó internamente. En 2011 Fortune publicó un artículo en el que precisamente contaban cómo poco después del lanzamiento, Steve Jobs convocó al equipo responsable de MobileMe a una reunión:

«Según un participante en la reunión, Jobs entró vestido con su característico jersey negro de cuello alto y vaqueros azules, juntó las manos e hizo una pregunta sencilla:

«¿Puede alguien decirme qué se supone que hace MobileMe?». Tras recibir una respuesta satisfactoria, continuó: «¿Y por qué coño no lo hace?».

Durante la siguiente media hora, Jobs reprendió al grupo. «Habéis manchado la reputación de Apple», les dijo. «Deberíais odiaros por haberos defraudado mutuamente». La humillación pública enfureció especialmente a Jobs. Walt Mossberg, el influyente columnista de gadgets del Wall Street Journal, había criticado MobileMe. «Mossberg, nuestro amigo, ya no escribe cosas buenas sobre nosotros», dijo Jobs. En el acto, Jobs nombró a un nuevo ejecutivo para dirigir el grupo».

La historia demostraba cómo para Jobs aquel fallo, ahora prácticamente olvidado, tuvo una importancia capital.

Pero esa era la Apple de antes.

Algo huele a podrido en Apple

John Gruber, conocido analista y responsable del blog Daring Fireball, publicaba esta semana un preocupante análisis de la situación de Apple. Lo titulaba «algo está podrido en el estado de Cupertino», y en él explicaba lo diferente que es esta Apple de ahora a la que en aquella época gestionaba Steve Jobs.

Este experto se centraba en lo que ha pasado con Apple Intelligence en general y con la nueva versión de Siri potenciada por IA en particular. En Apple son claros followers en IA generativa, y no parece que eso vaya a cambiar a corto plazo. 

Las funciones de Apple Intelligence son limitadas y muy modestas, y mientras las grandes de la tecnología y diversas startups no paran de sorprendernos con nuevos avances y funciones cada vez más llamativas, en Apple siguen con un enfoque que parecía interesante (muy centrado en la privacidad) pero que está siendo decepcionante en su exasperante despliegue.

Pero lo realmente preocupante es lo que pasó con Siri. Tras la WWDC del año pasado anunciaron que «Siri será capaz de ofrecer inteligencia adaptada al usuario y a la información de su dispositivo. Por ejemplo, un usuario podrá decir: «Reproduce ese podcast que te recomendó Jamie», y Siri localizará y reproducirá el episodio, sin que el usuario tenga que recordar si se mencionó en un texto o en un correo electrónico».

Pero tanto esa como otras opciones prometedoras de Siri solo eran parte de un discurso vacío, porque jamás hubo una demostración pública de esas opciones. El único sitio en el que pudimos verla fue en una demo pregrabada —no en directo— en la que teóricamente Siri hacía todo eso que Apple decía que podía hacer. Como explicaba Gruber:

«Lo que Apple mostró sobre la próxima «Siri personalizada» en la WWDC no fue una demo. Fue un vídeo conceptual. Los vídeos conceptuales son una mierda, y un signo de una empresa en desorden, si no en crisis».

No solo eso: en septiembre volvieron a promocionar ese teórico futuro con un anuncio en el que teóricamente Siri entendía el contexto personal —en qué situación nos encontrábamos— para responder a una petición. Hace unos días Apple anunciaba sin más que dicha opción no llegaría hasta al menos el año que viene.

Apple no solo no demostró jamás en público esas nuevas opciones de Siri, aunque fuera en una versión preliminar: es que lo único que pudimos ver fueron vídeos conceptuales sobre cómo debería funcionar la característica. Y ese anuncio con Bella Ramsey —actriz famosa por su papel en ‘The Last of Us’— ha sido retirado de YouTube esta semana sin más.

Son demasiadas malas señales, y todas apuntan a lo mismo: a un fiasco.

Uno preocupante, porque Apple no hacía estas cosas. Rara vez ha prometido el lanzamiento de productos para luego echarse atrás. Pasó por ejemplo con la famosa base de carga inalámbrica, pero este era un accesorio menor. No tenía ni mucho menos la dimensión que tiene Siri, que es un componente teóricamente crucial para que Apple logre competir en el terreno de la IA.

Y eso nos lleva a preguntarnos qué está pasando en Apple. En los últimos 30 años la empresa ha logrado construir una reputación enormemente sólida y una credibilidad extraordinaria. La gente elige sus productos porque «simplemente funcionan» —con muchas comillas—, y a pesar de algunos deslices más o menos importantes —hola, teclado mariposa, hola throttling—, sus productos siguen destacando por su fiabilidad.

La credibilidad de Apple comienza a hacer aguas

Pero esa credibilidad se tambalea ahora y se une a otras señales que pueden ser preocupantes. Llevamos esperando años a que Apple lance su nuevo producto disruptivo, pero jamás lo han logrado. No lo fue su Apple Watch —a pesar de ser un producto muy popular, como los AirPods—, y desde luego no lo han sido las Vision Pro

Supuestamente cancelaron su ‘Project Titan’ y sus intenciones —jamás oficiales— de desarrollar un ‘Apple Car’, pero es que es aún más llamativo el hecho de que han pasado dos años y medio desde que llegó ChatGPT y la empresa más poderosa del planeta solo puede presumir de un asistente que te reescribe los correos o que te genera caricaturas. Es terrible.

Ventas Apple

Fuente: Trendline.

La situación de Apple también parece reflejarse en unas ventas que siguen siendo colosales, pero que también parecen haberse estancado o ir a la baja. La compañía ha pasado del catálogo minimalista al maximalismo calculado, y hasta ha cambiando su calendario de lanzamientos diciendo adiós al ciclo anual para muchos productos. Necesitan algo fresco, y ahora parecen estar buscándolo en su software: se habla ya de un radical rediseño en iOS 19 el año que viene, pero todo son incógnitas sobre este proyecto.

Hasta los lanzamientos son menos emocionantes. La pandemia obligó a Apple a pasar a eventos pregrabados, y parece que a la compañía le gustó aquello, porque la empresa se ha centrado totalmente en vídeos pregrabados para el lanzamiento de todo tipo de productos. Antes uno iba emocionado a una keynote a ver en directo a Cook y los suyos hablar en directo de sus lanzamientos. 

Ahora va a ver una peli de cine.

Recordando a BlackBerry

¿Hay buenas noticias? No demasiadas. Los iPhone 16 son de todo menos emocionantes, y los nuevos iPhone 16e son de todo menos prometedores (a esos precio). 

Los únicos que se salvan, curiosamente, son sus ordenadores, probablemente los grandes olvidados. El Mac mini M4 ha sido un soplo de aire fresco, y el nuevo MacBook Air M4 es una excelente renovación para ese «portátil para las masas» si os gustan los Mac de toda la vida.

De hecho, la última gran revolución de Apple probablemente haya sido la de sus chips para sus equipos de sobremesa y portátiles. El lanzamiento de los Apple M1 sentó las bases de una revolución, y aunque sus sucesores no han sido tan apabullantes, han ido consolidando esa gran ventaja que la compañía sigue teniendo en el rendimiento por vatio. Hay procesadores más potentes, sí, pero en eficiencia los chips de Apple siguen siendo la envidia del sector.

Las cifras económicas de Apple, eso sí, siguen siendo colosales. Su división de servicios va como un cañón y la compañía ya presume de 1.000 millones de suscripciones a sus distintas plataformas, una cifra sencillamente excepcional.

Ese logro económico es desde luego mérito de Tim Cook, al que llevamos tiempo buscándole sucesor pero que ha demostrado ser un gestor prodigioso. Cuando cogió los mandos de la empresa, Apple tenía una capitalización de mercado de 350.000 millones de dólares. Hoy esa capitalización es de más de 3 billones de dólares, casi 10 veces más. El valor de las acciones se ha multiplicado por cinco, y el crecimiento de los ingresos ha sido consistente y sostenido.

Blackberry

Fuente: Sherwood News

Si uno solo se fija en los resultados económicos, todo parece ir bien, pero el problema es que Apple podría estar en una encrucijada. Salvando las distancias la situación nos recuerda a la que vivió BlackBerry. Uno imaginaría que tras el lanzamiento del iPhone la compañía se desplomó inmediatamente. 

Qué va. 

Como señalan en Sherwood News, BlackBerry tuvo sus mejores años justo después de ese lanzamiento, y de hecho en 2011 logró su récord de ingresos con 20.000 millones de dólares. En 2012 la cosa fue también bastante bien, aunque bajaron un poco. Fue en 2013 cuando se comenzaron a desplomar, y desde entonces no han dejado de hacerlo. BlackBerry tardó casi seis años en ser irrelevante. ¿Es eso lo que le espera a Apple?

Es imposible saberlo, pero una cosa es cierto: al igual que BlackBerry (o Nokia) jamás reaccionó de forma adecuada a la revolución que planteó el iPhone, Apple parece no estar reaccionando de forma adecuada a la que plantea la inteligencia artificial. Lo que ha pasado con Siri es la mejor demostración de esos problemas, pero hay otro aún mayor.

Que en Apple no parece haber nadie que eche una buena bronca, como hacía Jobs cuando notaba que la cosa no iba bien.

Imagen | rawatx con Midjourney

En Xataka | A Apple se le ha atragantado la inteligencia artificial. Y los continuos retrasos de la nueva Siri son el mejor ejemplo


La noticia

La verdadera joya de la corona en Apple no son sus productos, sino su credibilidad. Y acaban de torpedearla

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Xataka

por
Javier Pastor

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– ¡Hola! Soy Nicolás Jiménez Silva, un apasionado por el mundo digital, el cine, el streaming, la tecnología y la ciencia. En este blog, exploro mis intereses, comparto mis opiniones y descubrimientos, y me sumerjo en las últimas tendencias. ¡Espero que disfrutes de la lectura!

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